sábado, 7 de julio de 2018

A qué es debido

El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
La Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector
El Diario de Cádiz>Opinión>cartas del lector

Distintos análisis acerca de la evolución demográfica hacen referencia a factores tales como una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral, un incremento del número de personas con educación universitaria (más significativo en el caso del sexo femenino, con un salto del 0,14 % al 12,96%  en las últimas cuatro décadas) y un cambio en las costumbres y  estilos de vida de la ciudadanía, como elementos que han tenido una influencia destacable en la disminución progresiva del índice de fecundidad (número medio de hijos por mujer, estimado en 2,1 para mantener una pirámide de población estable) en España desde la Transición política, que ha pasado del 2,77 en 1975 al 1,31 en 2017.
Sin embargo, alguna particularidad tendremos  para haber  llegado a ser el país con el   índice de fecundidad más bajo de la Unión Europea y situado entre los menores  a nivel mundial. Y a qué es debido,   ¿a  una  actitud  de indiferencia creciente  de  la juventud  hacia los niños y la adquisición   de compromisos   y  responsabilidades  familiares,    o   al   clima  de  frustración imperante en unos jóvenes que no encuentran la forma de salir del nido y volar con estabilidad e independencia en uno de los espacios más desarrollados del mundo?