La Voz de Cádiz>Opinión>cartas del lector
La Voz de Galicia>Opinión>cartas del lector
La Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
La Nueva España>Opinión>cartas del lector
Si mañana leyera en
un libro de cocina que el uso de guantes en la manipulación alimentos es una
pauta de actuación que puede estimular la obesidad o el aumento de peso, creo
que entraría en una fase transitoria de desconcierto y desorientación, como perdido
en un laberinto sin respuestas de salida.
Pues algo parecido, vino a ser la
sensación experimentada tras escuchar la noticia difundida en los medios de
comunicación acerca de un libro de texto de biología destinado a los
estudiantes del tercer curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO),
donde parece indicarse que el empleo del preservativo u otros métodos
anticonceptivos podrían favorecer ciertas conductas de riesgo, tales como la
promiscuidad de carácter tanto heterosexual como homosexual.
Atendiendo a la
teoría expuesta y difundida entre los alumnos, cabe preguntarse si sería
conveniente que los fabricantes de anticonceptivos advirtieran a los usuarios
de sus productos sobre este tipo de riesgos.
Y otra cuestión más
que añadir al listado personal de rarezas, pues he utilizado preservativos
durante años sin tener por ello la necesidad de cambiar de pareja ni de pisar
el terreno de la infidelidad y el engaño.