domingo, 5 de abril de 2015

Lucidez y cooperación o pésimo horizonte

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Las reacciones desencadenadas  ante un hecho  no suelen ser  homogéneas,  sino que varían en función de la posición mantenida en el ángulo de las perspectivas e intereses, cuestión que, como parece, es lo sucedido ante el acuerdo alcanzado entre Irán y el grupo de  países (Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia, Rusia y Alemania)  que venían negociando   el acercamiento de posturas respecto a la utilización y el destino de las instalaciones nucleares iraníes. A mi entender, el dialogo y la conciliación ofrecen mayor rentabilidad que la distancia y animadversión, al menos para los ciudadanos de a pie, que son quienes  padecen con más intensidad y crudeza las consecuencias de las sanciones y los bloqueos. La carencia o escasez impuesta de comida, medicamentos y otros productos usados de forma regular por la población, más que dar paso a un clima de buenos sentimientos y al tendido de puentes,  desencadena una avalancha de sentimientos de desprecio y hostilidad que invade y se establece en la memoria colectiva durante años. Aunque el mundo se mueva y esté  montado en torno a expectativas cortoplacistas, localistas y condicionadas en buena parte por la codicia, pésimo horizonte le espera al ser humano (y al planeta) de continuar tirándose de los pelos.