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Bajo la oscuridad de la noche o a la luz del día, cada cual parte de
su ciudad, pueblo o aldea huyendo de una
realidad opresiva, asfixiante y hostil; ciudadanos de distintos países del
continente africano tomando la dura e imprecisa ruta de la emigración; personas
que cruzan fronteras en compañía de la sombra del temor y la incertidumbre; individuos
que se suben a una pequeña y precaria embarcación en la costa de Libia con el objetivo y la confianza de poner los pies
en un territorio donde la miseria e
inseguridad dejen de ser una constante cotidiana; víctimas de guerras, injusticias y exclusiones sociales
que, blandiendo el sable forjado en la vieja fragua de las diferencias
religiosas, desvían la mirada inquieta, esperanzada y perdida
en el horizonte para acabar envueltos en un enfrentamiento mortal. Huían de la
inhumanidad y fueron arrojados al mar por los viejos brazos de la intolerancia y sinrazón. Siglo XXI, una etapa más en el calendario de
la involución.