domingo, 11 de agosto de 2013

Viven en invernaderos

El País>Opinión>cartas del lector
El Periódico de Extremadura>Opinión>cartas del lector
Diario Hoy>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinion>cartas del lector

En los últimos meses se observa una tímida ocupación de bajos que permanecían cerrados por el cese de negocios que, en no pocos casos, se vieron forzados a echar las persianas tras décadas de funcionamiento, rompiendo la cadena de actividad de distintas generaciones. Y es que, ante la falta de empleo y, por tanto, de recursos económicos con los que hacer frente a las necesidades básicas familiares, hay personas que intentan salir adelante por cuenta propia, abriendo peluquerías, bares, tiendas de ropa (nueva o usada), de informática o de reparación de electrodomésticos. Sin embargo, escaso recorrido pueden tener unos automóviles a los que no se les suministra combustible, es decir, cuánto tiempo podrán permanecer con las puertas abiertas muchas de estas iniciativas si cada día se retrae más el consumo. Como decía el ferretero del barrio al día siguiente de escuchar la novedosa sugerencia realizada desde el FMI y abrazada con muestras de cariño por determinados dirigentes y organismos europeos, quienes lanzan propuestas de recuperación laboral y económica consistentes en la bajada generalizada de los salarios, suelen vivir en invernaderos donde no se notan y padecen los efectos de las tormentas e inclemencias sociales.