Entre
prensa en papel, digital o ambas, prefiero la última opción. Si me gusta el
huevo, por qué elegir entre frito o cocido, cuando cada cual tiene su momento y
sus posibilidades. Ahora bien, en el
caso de necesitar expulsar la bilis, la agresividad
o el resentimiento desde la
invisibilidad y distancia, nada como engancharse al teclado e introducirse en los
foros de discusión o en la zona de comentarios de noticias, artículos de opinión o entrevistas
de carácter político. Al ojear la
inquina y mala leche producida y acumulada en ciertas mentes, así como la
obsesión y fiel entrega a tan modélica y constructiva tarea como es el insulto,
la calumnia o el vómito de fobia hacia todo lo que se sale de los rígidos
márgenes establecidos por la intolerancia y sectarismo, además de sentir pesadumbre y desaliento, lo que apetece
es salir corriendo.
Aunque,
a decir verdad, la expresión de la insensibilidad, el fanatismo y la
animadversión no es algo nuevo, lo novedoso son las herramientas usadas para generar
y dispersar los contaminantes.