domingo, 2 de diciembre de 2012

Como en cualquier otro tema

Magazine (La Vanguardia)>Opinión>cartas del lector


En el magazine del pasado 18 de noviembre, Quim Monzó  y Suso de Toro escribían acerca de las prohibiciones  relacionadas con la posesión de mascotas, de la confusión existente entre obligaciones y derechos, o de la  equiparación que se establece entre personas y animales.
Afortunadamente, de un tiempo para acá parece que mucha gente ha asimilado que  recoger las cacas depositadas por sus perros en aceras, parques y jardines, no sólo contribuye a mantener un espacio urbano más higiénico y agradable, sino que también es una cuestión de respeto para con los  vecinos y visitantes.
Sin duda, el afecto por los animales es compatible con el deber cívico de quien vive en comunidad, y, como en cualquier otro tema o asunto, ojalá fuera una realidad que muchos de  nuestros comportamientos se guiaran  por la ética y el sentido común y no por restricciones emanadas de las leyes.