domingo, 30 de diciembre de 2012

Grandes retos y dificultades

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector


Admito no sentir inquietud ni angustia ante las  profecías que auguran y señalan con precisión una fecha en la que un cataclismo pondrá punto y final a la vida en el planeta, en cambio, la lectura de reportajes tales como ‘Un mundo que se deshace’, del pasado nueve de diciembre, sí son motivo de pena y preocupación. ¿Qué sentir cuando las observaciones, investigaciones y predicciones de la comunidad científica indican que se están produciendo alteraciones  medioambientales de graves e irreversibles consecuencias?
Disminuye la masa de hielo en el Ártico, aumenta la contaminación de los mares, se merma la masa forestal, sigue incrementándose la contaminación del aire y, para colmo,  la política sufre un proceso de debilitamiento ante la especulación y la usura, la conciencia del bienestar colectivo  pierde fuerza ante una ambición personal y cortoplacista.
Grandes retos y dificultades en el camino para las presentes y futuras generaciones: frenar el deterioro de los ecosistemas y depurar los sistemas sociales.

martes, 11 de diciembre de 2012

No es algo nuevo

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Entre prensa en papel,  digital o ambas,  prefiero la última opción. Si me gusta el huevo, por qué elegir entre  frito o  cocido, cuando cada cual tiene su momento y sus posibilidades.  Ahora bien, en el caso de necesitar expulsar  la  bilis,  la agresividad  o  el resentimiento desde la invisibilidad y distancia, nada como engancharse al teclado e introducirse en los foros de discusión o en la zona de comentarios de  noticias, artículos de opinión o entrevistas de carácter político.  Al ojear la inquina y mala leche producida y acumulada en ciertas mentes, así como la obsesión y fiel entrega a tan modélica y constructiva tarea como es el insulto, la calumnia o el vómito de fobia hacia todo lo que se sale de los rígidos márgenes establecidos por la intolerancia y sectarismo, además de  sentir pesadumbre y desaliento, lo que apetece es  salir corriendo.
Aunque, a decir verdad, la expresión de la insensibilidad, el fanatismo y la animadversión no es algo nuevo, lo novedoso son las herramientas usadas para generar y dispersar los contaminantes.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Bajo la temperatura del sosiego

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El Mercurio digital>Opinión>cartas del
El Comercio>Opinión>cartas del lector


Aunque al pie de la encuesta existía un mensaje indicando que el resultado sólo reflejaba la opinión de los lectores del diario digital que habían decidido participar en la misma, me llamó la atención observar que, entre las tres respuestas a elegir al preguntar si debía existir la figura del indulto, la más votada (con el 51% de los 975 votos) era la que optaba por el no inflexible, al considerar que fomenta los tratos de favor y las arbitrariedades. Es entendible que la concesión de ciertas medidas de gracia cause asombro y perturbación, sin embargo, si se toma distancia y la cuestión es analizada bajo la temperatura del sosiego y la reflexión, es posible que tenga más peso la idea de aplicar un tratamiento de transparencia, sensatez y equidad al mecanismo de apertura de una vía de salida prevista para casos excepcionales y fundamentados,  que la de proceder a su sellado definitivo.  A pesar de las acciones huérfanas de ecuanimidad y vergüenza, en ocasiones, lo cabal se alcanza con la relajación de la justicia.

 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Decepcionante fracaso evolutivo

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Hay clasificaciones de los vehículos más veloces, de los quesos más apreciados, de los periódicos más leídos y, por desgracia, de otras cuestiones que ponen de relieve el decepcionante fracaso evolutivo del ser humano en cuanto a sensatez, educación, refinamiento y empatía se refiere. Recientemente, la revista The Economist ha publicado una lista con los mejores y peores lugares para nacer en 2013, ranking establecido atendiendo a variables medibles y a otras de carácter subjetivas que condicionan de manera dispar las oportunidades y la calidad de vida de las personas. Así lo constatan las estadísticas al señalar que, de un país a otro del mundo, la esperanza media de vida en 2009 variaba hasta en 35 años, la densidad de médicos por cada 10.000 habitantes oscilaba entre 0,1 y 67, y la renta per cápita iba desde 500 a 54.000 dólares. Han pasado unos miles de años desde el comienzo de las llamadas civilizaciones, y resulta que algo tan circunstancial y aleatorio como es el país donde tiene lugar el alumbramiento aún traza los márgenes del recorrido y las condiciones de luz u oscuridad con las que llevarlo a cabo. Como especie, no está el tema para sacar pecho.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Juzgar desde la objetividad

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Llama la atención el florecimiento de opiniones que aluden al alcohol y las drogas como causa principal de la avalancha que  originó la muerte de cuatro chicas en el pabellón Madrid Arena, y se pase de puntillas o evite  entrar en otros aspectos directamente relacionados con la organización y las medidas de  seguridad que deben adoptarse en la celebración de acontecimientos y espectáculos de estas características.
Hace unos días, leí que un mínimo de 18 personas habían perdido la vida al ser aplastadas en un festival religioso celebrado en el estado hindú de Bihar, una celebración en la que, parece ser, no había abundancia de bebidas alcohólicas y otras sustancias que pudieran exaltar y alterar el ambiente hasta el desastre.
Para llevar a cabo el análisis y la investigación de un accidente, es necesario desplazar prejuicios, posicionarse en zonas neutras, buscar las causas evitando que cuestiones como la antipatía o afinidad política puedan contaminar y distorsionar el curso de las exploraciones. Es decir, juzgar desde la  objetividad, imparcialidad y honradez.

domingo, 2 de diciembre de 2012

El fanatismo de la codicia

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Sería absurdo negar que las manifestaciones, huelgas o encierros son viejos instrumentos de reivindicación y protesta, acciones con muchas  velas en la tarta de cumpleaños,   pero, cómo calificar la esencia y los efectos de unas políticas  que  degradan y erosionan los pilares de la catedral del bienestar social europeo.  ¿Es moderno distribuir la riqueza producida por la sociedad  aplicando fórmulas o conceptos de épocas pretéritas? ¿Es revolucionario ofrecer a las nuevas generaciones unas condiciones de vida más desfavorables que las de sus progenitores? ¿Es vanguardista que cada vez sea mayor el número de personas con dificultades para acceder a la alimentación?  ¿Es progresista que los abuelos sean el sustento de hijos y nietos? ¿Es avanzado sembrar de obstáculos el acceso de la población a la sanidad, educación y justicia?
La cerrazón e insensibilidad del fanatismo de la codicia que recorre Europa, es un abono idóneo para la inestabilidad social y la radicalidad política.

 

Como en cualquier otro tema

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En el magazine del pasado 18 de noviembre, Quim Monzó  y Suso de Toro escribían acerca de las prohibiciones  relacionadas con la posesión de mascotas, de la confusión existente entre obligaciones y derechos, o de la  equiparación que se establece entre personas y animales.
Afortunadamente, de un tiempo para acá parece que mucha gente ha asimilado que  recoger las cacas depositadas por sus perros en aceras, parques y jardines, no sólo contribuye a mantener un espacio urbano más higiénico y agradable, sino que también es una cuestión de respeto para con los  vecinos y visitantes.
Sin duda, el afecto por los animales es compatible con el deber cívico de quien vive en comunidad, y, como en cualquier otro tema o asunto, ojalá fuera una realidad que muchos de  nuestros comportamientos se guiaran  por la ética y el sentido común y no por restricciones emanadas de las leyes.

 

Ayer sí, hoy no y mañana tal vez

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Aludiendo al desembolso  que supone la factura energética, a la seguridad personal y a la reducción en la emisión de gases contaminantes, el ejecutivo anterior limitó de manera temporal (cuatro meses) la velocidad de circulación en todas las autovías y autopistas del territorio nacional a 110 Kilómetros por hora. Según la información facilitada en aquel momento, el precio del barril de petróleo a la entrada en vigor de tal medida era de 115 euros y al finalizar la misma estaba en 106 euros, lo que supuso un ahorro de 450 millones en combustible.
Casi dos años después, el barril ronda los 90 euros, el litro de gasolina supera ligeramente  el precio de entonces, la situación laboral y  economía de las familias españolas se ha deteriorado notablemente, y parece que el partido del gobierno actual ha propuesto subir la velocidad máxima a 140 km/h en las autopistas de peaje con el objetivo de estimular la utilización de estas vías.
A tenor de la evolución del poder adquisitivo de la mayor parte de la población, así como la del coste de los carburantes, ¿es previsible que los conductores se animen a pagar peajes? Por otro lado,  si disminuye la frecuencia con la que se cambia, revisa o efectúa el mantenimiento de los vehículos, ¿no es probable un aumento de la accidentalidad en las carreteras? Y, ¿en qué queda el tema de las emisiones?
Como sucede en tantos asuntos, ayer sí, hoy no y mañana tal vez.  Cada cual que lo entienda o interprete como pueda.

 

Ayer sí, hoy no y mañana tal vez

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Aludiendo al desembolso  que supone la factura energética, a la seguridad personal y a la reducción en la emisión de gases contaminantes, el ejecutivo anterior limitó de manera temporal (cuatro meses) la velocidad de circulación en todas las autovías y autopistas del territorio nacional a 110 Kilómetros por hora. Según la información facilitada en aquel momento, el precio del barril de petróleo a la entrada en vigor de tal medida era de 115 euros y al finalizar la misma estaba en 106 euros, lo que supuso un ahorro de 450 millones en combustible.
Casi dos años después, el barril ronda los 90 euros, el litro de gasolina supera ligeramente  el precio de entonces, la situación laboral y  economía de las familias españolas se ha deteriorado notablemente, y parece que el partido del gobierno actual ha propuesto subir la velocidad máxima a 140 km/h en las autopistas de peaje con el objetivo de estimular la utilización de estas vías.
A tenor de la evolución del poder adquisitivo de la mayor parte de la población, así como la del coste de los carburantes, ¿es previsible que los conductores se animen a pagar peajes? Por otro lado,  si disminuye la frecuencia con la que se cambia, revisa o efectúa el mantenimiento de los vehículos, ¿no es probable un aumento de la accidentalidad en las carreteras? Y, ¿en qué queda el tema de las emisiones?
Como sucede en tantos asuntos, ayer sí, hoy no y mañana tal vez.  Cada cual que lo entienda o interprete como pueda.