sábado, 20 de agosto de 2011

Redes fiscales

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Cuando éramos unos críos, en ocasiones acudíamos a las zonas exteriores donde los talleres del metal ubicados en las proximidades del barrio depositaban los recortes inservibles de perfiles, tuberías o chapas metálicas, y cargábamos con varios kilos hasta la chatarrería donde nos pagaban unas pesetillas que gastábamos en el quiosco o en los futbolines. Quién iba a pensar que la recogida de pequeñas cantidades de chatarra acabaría siendo una actividad regulada, que las personas dedicadas a la misma tendrían que darse de alta como profesionales y obtener la acreditación de 'técnicos transportistas de residuos sólidos urbanos no peligrosos'. Es indudable que el deber de contribuir al mantenimiento y desarrollo de las infraestructuras y servicios sociales atañe a todos los ciudadanos, aunque da la impresión de que las redes fiscales son más rígidas y eficientes ante las sardinas que ante los grandes cetáceos.