lunes, 15 de agosto de 2011

Algunos pasos

Magazine (La Vanguardia)>cartas del lector

En mi infancia y adolescencia  allá por las décadas de los 60 y 70, la educación y sensibilización social respecto a la consideración para con el reino animal dejaba bastante que desear. Matar lagartijas con tirachinas, disparar a gorriones u otras aves con escopetas de perdigón o abrasar hormigas con una lupa puesta al sol eran formas de entretenimiento practicadas sin complejos ni remordimientos y, por supuesto,  llevadas a cabo  a plena luz del día bajo la aprobación, connivencia o indiferencia de gran parte de la población adulta. Afortunadamente, la sociedad ha  dado algunos pasos positivos en este sentido y ahora nuestros menores no buscan ni encuentran la diversión en tan absurdos, dañinos y crueles comportamientos. Sin embargo, tal como expone Ángeles Caso en su artículo del 24 de julio de 2011  aún persisten festejos o tradiciones sociales repartidas a lo largo y ancho de la geografía nacional en las que se maltrata con brutalidad  a los animales sin necesidad ni  miramiento alguno. Probablemente, le extinción de éstas es una cuestión de tiempo.