miércoles, 3 de agosto de 2011

Paisaje urbano

Diario Público>Opinión>cartas del lector

Recientemente estuve en Madrid, y el paisaje urbano que me entristeció no fue el ofrecido por el mosaico de tiendas de campaña instaladas en el Paseo del Prado por las marchas del Movimiento 15-M, sino la imagen de decenas de chicas con rostro de hastío ofreciendo su cuerpo a cambio de unos euros en una céntrica calle cercana al campamento. ¿No es paradójico que un movimiento que persigue la extensión del bienestar común sea considerado un incordio mientras que se acepta con total naturalidad tal indignidad y sometimiento femenino? Contemplar en las calles, parques y jardines a grupos de jóvenes que sueñan, dialogan y debaten acerca de cómo construir un mundo más justo y amable es, sin ningún género de dudas, mucho más alentador y gratificante que verlos concentrados tratando de ser elegidos para participar en, por ejemplo, penosos programas televisivos.