viernes, 9 de abril de 2010

Nuevas tendencias

La primera vez pensé que se trataba de un olvido, aunque esa invisible barrera que establece el pudor me impidió acudir a la recepción del hotel para dar solución al mismo. La segunda vez, y por ser otra ciudad y diferente cadena hotelera sospeché que aquello no podía ser fruto de un mal servicio, de la casualidad o del infortunio sino que, probablemente, era cuestión de nuevas tendencias; por supuesto, desistí de cualquier aclaración. En las siguientes ocasiones pude constatar que determinados aspectos del progreso me estaban sobrepasado, y encima con dificultades para adaptarme y entenderlo. ¿Por qué en las habitaciones de los hoteles no hay escobillas para limpiar el inodoro?
Es evidente que desde el punto de vista de la higiene y la estética el uso común de determinados utensilios por parte de diferentes clientes no es aceptable ni recomendable, pero ¿y qué ocurre con las personas que trabajan en las tareas de limpieza? ¿Por qué exponerlas a desagradables espectáculos? Asimismo, quien paga tiene que ingeniárselas si no desea dejar visible su huella.
En mi opinión, facilitar útiles desechables para la tarea indicada sería bien recibido por trabajadores y usuarios.