lunes, 29 de enero de 2018

La desventaja de género

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Al buscar en Internet información sobre el coste de un parto en los hospitales de la sanidad pública española, se observa que no hay establecidas diferencias atendiendo al sexo del recién nacido, sino en función de la complejidad o gravedad del parto. Y lo mismo sucede al llegar a la estación que pone fin al recorrido, pues el precio que acarrea morirse no guarda relación con el sexo de la persona fallecida, sino con cuestiones ligadas al mercado, los impuestos y, por lo visto, en buena medida debido al lugar geográfico donde tenga lugar el sepelio (desde 2.261 euros en Cuenca, pasando a 4.765 euros en Madrid y situándose en 6.441 euros en Barcelona). En cambio, parece ser que el salario derivado del trabajo a lo largo de la vida, en muchísimos casos sí que varía por el mero hecho de haber nacido hombre o mujer. ¿Es algo razonable y sostenible?