domingo, 11 de octubre de 2015

Deslizamiento y adherencia

El Diario Montañés>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector
Hoy>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
Diario Sur>Opinión>cartas del lector
Opinión A Coruña>Opinión>cartas del lector
20Minutos>Opinión>cartas del lector

"Se equivocó", es una amable manera de definir la deplorable, desleal e inadmisible conducta de personas introducidas hasta el cuello en el fango de la corrupción (incluso sumergidos, con diploma de buceadores expertos). Y, según el diccionario, entre las palabras  error y latrocinio existen diferencias de peso; aunque esto también hay clases, pues no es igual saltar la valla y ensuciar las manos para apropiarse de una gallina que causar la ruina del gallinero. Indulgencia o severidad,  dos actitudes que, por lo visto, brotan y se manifiestan en función del objeto y el objetivo sometido a  evaluación.  Hay términos que se  deslizan con delicadeza y otros que se adhieren con fuerza y precisión. "¡Cómo habrá metido la pata de esa manera!, si siempre ha nadado en la abundancia", es otra cuestión repetida ante los casos de corrupción que afectan a personajes de reconocida solvencia económica, sin tener presente que la codicia habita en cualquier barrio, y en ocasiones alimentada desde la cuna con esmero y guardando la tradición.