Se alude a la formación y motivación
del equipo humano como factores claves o sinónimos de productividad y
pervivencia de las empresas en un mundo extremadamente competitivo, se incide
en la necesidad de invertir en prevención de riesgos y mantenimiento de
instalaciones e infraestructuras al objeto de disminuir daños en la salud
de las personas y en los bienes materiales, y, en cambio, en el terreno
educativo se llevan a cabo recortes presupuestarios que, tal como describe el
reportaje ‘La escuela erosionada’ del 5 de mayo, debilitan
el sistema de enseñanza pública, mermándose con ello las capacidades de
desarrollo y avance del país hacia un horizonte de mayor bienestar de la
población. Gestión razonable y eficiente de los recursos públicos,
por supuesto, pero a los ciudadanos de a pie les cuesta encajar que los chicos
estén con mantas en las aulas para combatir el frío, mientras observa con
asombro el aleteo tranquilo y desenvuelto de buitres y
sinvergüenzas en un cielo de lujo y confort desmesurado.