El Comercio>Opinión>cartas del lector
Con motivo de la ola de desahucios de
viviendas, así como de la volatilización de los ahorros de miles de familias al
transformarse en el producto financiero conocido como preferentes,
no son pocas las opiniones vertidas en los medios de comunicación que
concentran todo el peso de la responsabilidad en un fardo cargado a lomos
de las personas afectadas, sin tomar en consideración
circunstancias y factores personales que procuran un elevado grado
de vulnerabilidad a la hora de asumir contratos cuyos contenidos son
desconocidos o incomprendidos debido al lenguaje y términos técnicos
empleados en su redacción.
¿Por qué firmaron? ¿No saben leer ni
sumar? Despachar de manera generalizada asuntos de semejante calibre aludiendo
a la ignorancia y/o al descalificativo de índole intelectual, muestra el nivel
de sensibilidad y empatía alcanzado cuando se mira el mundo por encima del
hombro.
Al igual que los reclamos publicitarios
destacan de forma inequívoca aspectos dirigidos a atraer la atención del
cliente, ¿por qué no resaltar y clarificar con total garantía de
entendimiento los compromisos, deberes y consecuencias adquiridos con la firma
de la letra pequeña? A día de hoy, con un simple archivo de audio
recibido a través del móvil u ordenador, es posible sintetizar y exponer
con suficiente claridad la información relativa a las cuestiones de peso. Con
transparencia y honestidad se evitan muchos disgustos e ingratas
sorpresas.