viernes, 26 de octubre de 2012

A estas alturas de la película

La Nueva España>Opinión>cartas del lector


Si tal como pronostican los amantes y devotos de la ley de la selva, que reserva y asigna la figura del león a unos cuantos y el de cebra al resto, no fuera posible configurar otro escenario social que el de comer y ser comido, ¿qué valores deberíamos transmitir a los menores? Mira, hija, cuando escuches hablar de cuestiones tales como la solidaridad, la empatía o la ética, no hagas demasiado caso, porque con semejantes valores o principios estás perdida (sin eufemismos, jodida); tú vete a lo tuyo e intenta pillar todo lo que puedas, pues es la única actitud para abandonar la adversidad y la miseria. Hay que mentalizarse y asumir el desequilibrio extremo, hay que elegir entre la opulencia o el abismo, hay que acostumbrarse a ver las huellas de la desnutrición esparcidas por los barrios de los flojos e incompetentes. En resumen, uno debe olvidarse de idealismos y demás tonterías condenadas al fracaso.
Si a estas alturas de la película el ser humano es incapaz de atisbar y creer en un mundo más justo y atractivo, ¿damos pena o damos asco?