miércoles, 8 de julio de 2009

Intransigencia democrática

Lne.es » Cartas de los lectores

Es comprensible que, los miembros y dirigentes del centroderechista Partido Liberal así como sus simpatizantes ideológicos, estén disgustados y enojados con el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, porque lo que consideran un acto de deslealtad y traición a sus principios y expectativas políticas. Extrapolando la situación, ¿se imagina alguien el ciclón de desconcierto y rechazo que se habría levantado en España si, estando José Maria Aznar dirigiendo el Gobierno, hubiera entablado lazos con Chávez o Fidel Castro y pretendido poner en práctica políticas afines? Pero, ¿habría sido esto motivo razonable y suficiente para justificar un golpe de Estado y deportar al Presidente a otro país? Si la pretendida consulta no tenía carácter vinculante y, aún saliendo un resultado favorable a las tesis de Manuel Zelaya, éste no se habría visto directamente beneficiado para volver a presentarse, todo parece indicar que la conducta adoptada por los poderes hondureños tiene un fondo de miedo, intolerancia e intransigencia democrática.