martes, 14 de julio de 2009

Bonito sueño

Lne.es » Cartas de los lectores »

Al ver las fotografías del incidente ocurrido en la cumbre del G-8 entre un equipo de guardaspaldas y el líder libio Gadafi, con el mediador Sarkozy de por medio, aparte de sorpresa y, por supuesto, curiosidad por conocer qué causa o malentendido había desencadenado el mismo, pensé que existía algo en las instantáneas que no me resultaba nuevo, que desprendía e insinuaba familiaridad. Y, ¿qué era? Sólo tenía que cambiar la indumentaria de los protagonistas y situar la escena en un campo de fútbol: los jugadores de un equipo acosando a un contrario y el árbitro tratando de contener la tensión. Millones de euros gastados y miles de personas movilizadas para intentar proteger y blindar a los mandatarios ante riesgos o peligros externos, y resulta que la chispa o erupción podría haberse provocado desde dentro. Ello vuelve a confirmar que, la seguridad al cien por cien, no es más que un deseado y bonito sueño.