miércoles, 6 de mayo de 2009

De extremo a extremo

El Estado destina cuantiosos recursos a la banca con el ánimo de nutrir y revitalizar el sistema circulatorio de la economía, pero las restricciones existentes en los conductos de salida impiden la llegada del flujo necesario al tejido productivo y generador de riqueza. Son muchas y continuas las denuncias de pequeñas y medianas empresas que, con carga de trabajo prevista, están despidiendo a los trabajadores e incluso cerrando sus puertas por falta de financiación para continuar su actividad, y ello, conduce directamente a una espiral que perjudica el estado de salud económico de los ciudadanos y del erario del país. Las entidades financieras han pasado del festivo, eufórico e irresponsable desenfreno al luto más conservador, ortodoxo y limitador, o sea, de extremo a extremo. Si el gobierno ha intervenido con celeridad para mitigar las adversidades derivadas del exceso, ¿cómo debe de actuar en el caso opuesto?