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El
titular del artículo destacaba que el ‘sugar dating’ se expandía por España, y
no se trata de un microorganismo presente en los alimentos azucarados con
efectos dañinos para la salud física, sino que parece ser la nueva manera de
denominar los encuentros íntimos entre personas adultas que, por curiosidad,
necesidad o provecho, tienen lugar mediante plataformas digitales lucrativas.
En concreto, facilitan la posibilidad de establecer un contacto entre
personas jóvenes y atractivas (generalmente mujeres cuya edad media es de 27
años) bajo una situación económica modesta con personas adineradas nacidas unos
cuantos años antes (mayoritariamente hombres con una edad media de 44 años),
algo que ya venía pasando mediante métodos que rebajan el nivel de
accesibilidad, discreción, independencia y seguridad. Evolucionan los modos
mientras la esencia permanece inalterable.