sábado, 9 de febrero de 2019

Cara y cruz de la cosificación

El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
El Comercio>Opinión>cartas del lector

A fin de evitar que el desarrollo natural pueda abrir el apetito descontrolado de los depredadores sexuales, dando lugar a violaciones, embarazos indeseados y enfermedades de transmisión sexual, en algunos países aún se lleva a cabo la bestial costumbre de planchar los pechos de las niñas procurando de esta forma impedir su crecimiento. Así, las madres u otras mujeres adultas de la familia desplazan y presionan los senos de las menores con un objeto (de piedra, madera o metal) caliente, una práctica dolorosa y nociva que puede mantenerse durante varios meses. En otro sentido, y siguiendo ‘voluntariamente’ el dictado de la moda, hay naciones que han visto cómo se disparaba la demanda de operaciones de cirugía destinadas al aumento del busto en adolescentes, contando en ocasiones con la complicidad de los padres. De un lado, atrofiar para proteger de la atracción fatal; de otro, resaltar para despertar la atención, cuestión que no significa autorizar el paso de conductas abusivas.