jueves, 6 de diciembre de 2018

Propaganda electoral a la carta

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La nueva normativa de protección de datos impulsada por los grupos políticos, sin oposición alguna al respecto, parece ser que concede a los partidos políticos la posibilidad de enviar a través del móvil u ordenador propaganda electoral a la carta sin el consentimiento de los ciudadanos, una innovadora estrategia de seducción individualizada que aprovecha el perfil obtenido del votante mediante la recopilación y el análisis de datos facilitados y los rastros dejados en Internet. De esta forma, la oferta de medidas políticas puede llegar a tener la elasticidad del látex, adaptándose a prácticamente cualquier necesidad o deseo, incluso proporcionando satisfacción a los paladares más finos y exigentes.
Y dando un paso más, ¿no tendría mayor capacidad de fascinación que las personas candidatas enviaran mensajes de imagen y voz susurrando promesas a los electores? El resultado de las urnas parece tener cada vez mayor relación con el éxito de las campañas de publicidad y promoción de crecepelo político.