Los deberes escolares son una cuestión que suscitan no pocas preocupaciones y/o controversias entre los principales actores implicados (profesores, alumnos y padres) en la etapa de la educación obligatoria. ¿Son excesivos, son escasos? Por lo observado a través de nuestra hija, pienso que es un tema en el que entran en juego diversos factores como pueden ser las técnicas de enseñanza empleadas por cada docente; la coordinación existente en el equipo de enseñantes a la hora de realizar una distribución equilibrada de las tareas, es decir, no estar tres o cuatro días sin nada y después establecer simultáneamente una carga considerable de trabajos; la motivación, capacidad y responsabilidad de los chavales; las actividades extraescolares llevadas a cabo o el apoyo brindado en el seno familiar. Asimismo, en el contexto económico y social del momento, son muchas las familias que no están en disposición de ofrecer a los hijos los medios recomendados o necesarios (conexión a Internet, libros de planes de lectura, clases particulares o un entorno físico o emocional que propicie el estudio) para desarrollar adecuadamente las tareas encomendadas en los centros educativos. En definitiva, parece que los deberes continuarán siendo motivo de polémica.