A principios de semana y aún bajo los efectos de la reforma laboral, las primeras noticias que uno escucha al levantarse son las referidas a la bajada de la deuda soberana de España en dos escalones, o sea, camino hacia el sótano, donde existe humedad y está más oscuro. Pero, sin lugar a dudas, las historias más fuertes e impactantes fueron las que escuché con atención en la tarde, cuando distintos oyentes llamaron a la radio para contar sus dramáticas, infelices y desesperadas situaciones personales y familiares con motivo de la carencia de recursos económicos con los que cubrir las necesidades básicas o elementales, es decir, ya estaban residiendo en el sótano y a un paso de quedar en la calle. Y mientras tanto, suben considerablemente las ventas de los artículos de lujo. Paradójico y obsceno.
