Aunque pueda resultar un tanto extraño en estos tiempos, parece que aún hay personas que rubrican tratos mercantiles con un apretón de manos y una mirada directa. Sí, ya sé que ahora también pueden contratarse servicios a través de una simple llamada de teléfono, pero, como señala Lucía Etxebarria en su artículo del 11 de diciembre de 2011, la honradez y buena fe son conceptos que, en más ocasiones de las esperadas, suelen ser desconocidos o despreciados por una de las partes. En una época en la cual domina la economía de casino, tal como piensa el arquitecto Jean Nouvel (Magazine, 11/XII/2011), las malas artes pueden llevarse a cabo sin demasiados problemas, pues tienen a favor el beneplácito del sistema.