miércoles, 7 de diciembre de 2011

Díficil tarea

El Comercio>Opinión>cartas del lector
Personas que elaboran pan, recogen basura o atienden urgencias mientras la ciudad duerme; personas que permanecen durante días, semanas o meses separados de sus familias recorriendo el asfalto o navegando por mares y océanos para hacer posible la distribución de materias y productos; personas que pasan largas y duras jornadas trabajando en la agricultura, la ganadería, la construcción. En fin, mientras que millones de ciudadanos se ganan honestamente la vida con el sudor de su frente y hacen posible el funcionamiento del sistema, ambiciosos mercaderes y amantes de la opulencia se forran con el esfuerzo del prójimo y enrarecen el ambiente. Y, además, sin dificultad alguna para conciliar el sueño, ya que se contempla con absoluta impasibilidad la desdicha ajena. No parece sencilla la tarea de descontaminación o eliminación de la obscenidad, usura y envidia social, pues la cultura del dinero fácil y falto de escrúpulos se ha extendido y penetrado profundamente en la piel de nuestra sociedad.