La sutil y explícita viñeta del Mago Asín Ortifus (Magazine del 19 de junio de 2011) muestra dos caras de la realidad actual, en la que una parte de la sociedad está dispuesta a cruzar la frontera para buscar trabajo, estabilidad y futuro en otros países, y otra busca vías para sacar sustanciosas cantidades de dinero hacia paraísos terrenales donde reciban particulares y delicados tratamientos. Si tal situación se prolonga, el panorama que se vislumbra no puede tildarse de halagüeño, pues se puede producir una descapitalización humana y económica que merma las capacidades de crecimiento y progreso social de nuestro país. ¿Es positivo que personas con alta cualificación acaben desarrollando sus conocimientos y capacidades en otras naciones? ¿Es conveniente para el bienestar general la práctica del fraude fiscal? Claro que, a quienes contemplan la vida desde la atalaya de la abundancia, indiferencia y avidez, no suele preocuparles cómo lo llevan los demás.