jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuestan poco y aportan prosperidad

La Voz de Asturias>Opinión>cartas del lector

Las administraciones públicas destinan importantes sumas de dinero a un plausible, inteligente y humano objetivo: tratar de evitar, reducir o minimizar las lesiones o dolencias padecidas por los trabajadores como consecuencia del desarrollo de sus tareas profesionales. Por una parte, ello redunda en beneficio de la salud y calidad de vida de un alto porcentaje de la población, es decir, mayor bienestar general y menos sufrimiento; por otra, disminuyen los cuantiosos gastos derivados de los accidentes y enfermedades laborales, es decir, más recursos económicos para otros fines sociales.
Sin embargo, y paradójicamente, en ocasiones son las mismas administraciones las que generan o favorecen las situaciones de riesgo, al no evaluar convenientemente o al soslayar las duras condiciones de trabajo. Por ejemplo, las grandes y pesadas losas utilizadas para pavimentar las calles de ciudades o pueblos pueden ofrecer un acabado agradable a la vista, pero, ¿se tiene en cuenta en el diseño o proyecto a las empleados que las colocan? Se incrementa la posibilidad de sufrir accidentes por la dificultad que entraña su manipulación, y se abona el terreno para que personas con treinta y tantos años tengan daños crónicos en articulaciones o columna vertebral. O sea, hecho polvo cuando aún quedan muchos años para alcanzar la edad de jubilación, más absentismo y mayor gasto social; todo un triunfo.
Hay medidas o soluciones que no cuestan nada y aportan prosperidad. Además de pensar con la cabeza, hay que pensar en los demás.