viernes, 22 de noviembre de 2019

El ambiente social

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No resulta extraño el asombro de los padres al ver la carta dirigida a Papá Noel por su hija de 10 años, pues la extensa y variada lista de pedidos de la pequeña estadounidense (entre los que se incluyen distintos artículos de lujo) es para quedarse tieso. Ante la lectura de esta noticia, más que dirigir la mirada hacia la niña y su familia considerando que se trata de un desajuste aislado sin mayor trascendencia, quizá convenga detenerse por un momento a pensar en qué ambiente social está creciendo para que, a esa edad, tenga el deseo de apariencia y posesión tan desproporcionado y fuera de lugar. Detrás de una relación de regalos que suman varios miles de dólares y la solicitud de otros 4.000 dólares al contado para pasar las fiestas con cierto desahogo, tiene que haber algo más que una mente inmadura y caprichosa o una educación parental desenfocada, y hay algunas pistas que hacen sospechar del voluminoso caudal de estímulos y mensajes externos recibidos desde la infancia induciendo al consumismo, concediendo mayor valor al tener que al ser, favoreciendo el desarrollo de la avaricia y el egoísmo, tendiendo puentes hacia la frustración e infelicidad crónica.