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Durante el primer semestre de 2018, los casos de sarampión registrados
en Europa superaban la cifra total alcanzada en cualquiera de los años de la
última década, una circunstancia que llevó a la Organización Mundial de la
Salud (OMS) a efectuar un llamamiento a las naciones para tomar medidas
destinadas a frenar la propagación de la enfermedad por el continente. Es
amplio el abanico de enfermedades contagiosas que pueden deteriorar nuestra
salud y conducir a la muerte, y de poco sirve administrar la vacuna de la
gripe, la hepatitis o el papiloma humano para proteger a la población contra el
sarampión, puesto que serían tratamientos sin efectividad.
Y así, aunque las consecuencias de la violencia sobre las personas
puedan ser similares con independencia de su motivación (política, racial,
religiosa, profesional, machista, etc.), lo procedente para intentar que tenga
cada vez menos presencia en la sociedad, es procurar identificarla y analizarla
ofreciendo respuestas acordes a la naturaleza del problema.
