Rancio perfume

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Al entrar en la peluquería observe que tendría que esperar un rato para cortar el pelo, así pues, tomé asiento mientras echaba una mirada a la parte superior de la mesa recibidor en busca de algo que leer. Me sorprendió ver que, junto al periódico del día, había una revista en cuya portada salía la fotografía de un chico con el torso desnudo luciendo una musculatura bien definida, en realidad era la primera vez que contemplaba una publicación centrada en la estética y el atractivo físico del varón en una peluquería del barrio. De un tiempo para acá, la preocupación del sexo masculino por la imagen ha alcanzado cotas inimaginables hace dos o tres décadas, cuando cuestiones como la cosmética o la depilación tenían escasa penetración entre los hombres e incluso daban lugar a la mofa y el menosprecio.  Los gustos, las modas y las costumbres cambian, y no parece que la figura del varón queda desvirtuada por mostrar más interés hacia el cuidado del cuerpo (sin llegar a niveles obsesivos), sin embargo, sería deseable que ese casi 30% de chicos que consideran normal la violencia en la pareja dejara de usar el rancio perfume del machismo.