domingo, 11 de marzo de 2018

Liberar y reprimir

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Hay personas que al oír la palabra feminista entran en una especie de estado de alerta, como si  escucharan una alarma acústica que indica la presencia cercana de fuego, dando lugar a reacciones precipitadas en busca de una puerta de salida o pasando a una ofensiva imprudente y descontrolada. Defender una sociedad que no discrimine a la mitad de la población por haber nacido mujer, ¿es una acción rebelde y caprichosa impulsada por fuerzas maléficas que tratan de alterar el orden natural de las cosas? El feminismo no es un movimiento bárbaro y alocado que aspira al sometimiento y el servilismo de los hombres, sino que reivindica un entorno social donde las oportunidades y derechos de sus habitantes sean homologables sin establecer distinciones entre penes y vaginas. ¿Representan la razón y la justicia una amenaza para el desorden cultural establecido? Liberar y reprimir tienen significados distintos, tal como ocurre con feminismo y machismo.