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“No, aunque a veces hablamos de ello, el problema son las
dificultades existentes a la hora de conciliar la eventualidad laboral y el
escaso poder adquisitivo con las necesidades diarias y a largo plazo que supone
tener un niño”, fue básicamente la respuesta de un joven a la señora que
le preguntó si ya tenía hijos tras encontrarse en la pescadería. Entre los
múltiples factores que han tenido incidencia en el descenso de la natalidad en
España durante los últimos ocho años (casi un 20%), no puede decirse que esté
el de la apatía, el desinterés o el desprecio de la juventud respecto a la
procreación y descendencia. Hace dos décadas salió al mercado la mascota
virtual ‘Tamagotchi’, un juguete que se introdujo en la mayor parte de los
hogares donde había pequeños, manteniéndoles atentos, entregados e
incluso obsesionados con el cuidado de sus mascotas electrónicas. Pues bien, de
seguir con la tendencia actual en materia de nacimientos, pasados unos años
quizás sea mayor el número de hijos, nietos y sobrinos virtuales que
reales. Hoy pueden cazarse Pokémons, y mañana contemplar el
crecimiento de bebés.