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Bajo la óptica de la prevención en materia de abusos
sexuales que afecten y tengan como víctimas a los menores de edad, se ha
introducido una modificación legal que establece el requisito de presentar un
‘Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual’ para acceder al desempeño
profesional o voluntario de oficios y tareas que impliquen contacto habitual
con niños. No estaría de más trasladar una medida de estas características a la
política y las instituciones públicas, exigiendo un documento de
honestidad y decencia pública a quienes vayan a ocupar y ejercer funciones
relacionadas con el interés y el bienestar general, en el que se acreditara la
ausencia de mentiras, engaños, despilfarros y cualesquiera otras acciones
pertenecientes a la familia de la corrupción. Se dice que la memoria ciudadana
en política es frágil y perecedera, sin embargo, las nuevas tecnologías
ofrecen la posibilidad de ejercitar la misma sin acudir a complejos vitamínicos,
realizando visitas a una hemeroteca digital que permanece con las puertas
abiertas durante las veinticuatro horas del día. Los ciudadanos no pasan de la
política, pero les cuesta respirar el olor a putrefacción desprendido desde su
seno y entorno.