El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector
Días antes de celebrarse las elecciones en Reino Unido, escuche en la
radio a una corresponsal de una emisora española explicando una práctica
electoral realizada por ciudadanos
ingleses que, a decir verdad, no solo ignoraba, sino que nunca se me había
pasado por la cabeza. Basados en la confianza, hay personas que establecen
contacto con compatriotas de distritos electorales diferentes al objeto de
canalizar hacia otra región un voto que se
presume ineficaz o perdido en el lugar donde residen; es decir, dos electores
acuerdan introducir en las urnas de su colegio las papeletas de la formación
política elegida por el contrario, estimando que de esa forma sus votos tendrán más opciones de contribuir al triunfo
de la opción apoyada. Aquí, en cambio,
las tácticas usadas al respecto difieren sensiblemente de las empleadas por
aquellos, pues según revelan algunas de las noticias salidas en los medios de
comunicación durante la presente campaña electoral en nuestro país, hay quien
siente mayor inclinación por engañar, comprar
o birlar el voto de los conciudadanos. Y más vale no entrar a cotejar
cuestiones relativas a la asunción de responsabilidades políticas, porque el tema es
para deprimirse.