martes, 2 de diciembre de 2014

La educación y su objetivo

El Montañes>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector
El Comercio>Opinión>cartas del lector

Si hay un consenso social prácticamente unánime acerca de la conveniencia y utilidad de hacer uso del instrumento de la educación desde edades tempranas para obtener resultados más satisfactorios en materias como la lucha contra la violencia de género, la racionalización del uso del agua, la disminución de emisiones contaminantes a la atmósfera o la reutilización y el reciclaje de  materiales, ¿por qué no emplear tan potente herramienta para crear concienciación sobre la necesidad de aprender, formarse y trabajar orientando el esfuerzo y la productividad al  desarrollo  y bienestar de la Comunidad? He leído que el Ministerio de Educación contempla la creación de una asignatura llamada Iniciación a la Actividad Emprendedora, la cual  será impartida por profesores de Filosofía, pero, y cuál sería el enfoque central de la misma, ¿promover la innovación y el progreso desde la óptica del conjunto  o  estimular el afán individual de hacerse rico depredando a los congéneres con dentaduras especuladoras  y carentes de ética? Y es que, desayunando tazas con preparados a base de codicia y sueños de grandeza desde edades tempranas, ya conocemos y somos conscientes de las cualidades del producto obtenido: Frágil e inconsistente en humanidad y duro e inexorable en indiferencia.