sábado, 6 de diciembre de 2014

La supresión de la caligrafía

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Que a los niños finlandeses les supriman la obligación de aprender caligrafía a partir del curso 2016-2017, es una medida que puede generar dudas, extrañeza y desacuerdo, pues la  escritura ordenada y estética ha ocupado un lugar destacado en nuestra educación, llegando a ser causa de desvelos, reprimendas y castigos más o menos absurdos e incluso crueles. Ateniéndose a la realidad del presente y la tendencia de futuro,  no parece ser una decisión que llegue a ocasionar  distorsiones o mermas destacables en la evolución de la especie, ya que continuarán aprendiendo a escribir a mano aunque con letra separada o tipo imprenta, tal como la de este diario. Y es que, al fin y al cabo,  el uso del bolígrafo y el papel es cada día más reducido, y el tiempo empleado en  la  caligrafía puede dedicarse a otras cuestiones estimulantes y beneficiosas para los menores. El descubrimiento del fuego hizo posible el  cambió y desarrollo de las sociedades,  aunque hoy en día `puede encenderse la caldera de calefacción desde miles de kilómetros de distancia a través de un móvil o un portátil, y la verdad es que no hay planteamientos de obtener llamas golpeando piedras o frotando dos trozos de madera. “Que se pare el mundo que me quiero bajar”,  pero este seguía a su ritmo.