La Vanguardia>>cartas del lector>>edición impresa
La diversión derivó en descontrol. La batalla campal entre un grupo de jóvenes y la policía en Pozuelo de Alarcón, aparte de policías, chavales y vecinos heridos, ha dejado un rastro de destrucción en el mobiliario urbano y en vehículos policiales que costean todos los ciudadanos. ¿Por qué ese elevado grado de infravaloración y desprecio por el bien público? ¿Tienen alguna responsabilidad las políticas que asocian ineficacia y derroche con lo público, y eficiencia y austeridad con lo privado? ¿Habrá que reforzar las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, desarrollando una cultura que valore y respete la titularidad pública como algo propio y no ajeno?
La diversión derivó en descontrol. La batalla campal entre un grupo de jóvenes y la policía en Pozuelo de Alarcón, aparte de policías, chavales y vecinos heridos, ha dejado un rastro de destrucción en el mobiliario urbano y en vehículos policiales que costean todos los ciudadanos. ¿Por qué ese elevado grado de infravaloración y desprecio por el bien público? ¿Tienen alguna responsabilidad las políticas que asocian ineficacia y derroche con lo público, y eficiencia y austeridad con lo privado? ¿Habrá que reforzar las relaciones entre el Estado y los ciudadanos, desarrollando una cultura que valore y respete la titularidad pública como algo propio y no ajeno?
