El cuco común es una especie de ave que aprovecha
la ausencia de otras especies de sus nidos para poner los huevos en casas
ajenas, los cuales pueden tener diferentes colores al objeto de mimetizarse con
los huevos de las aves engañadas. De esta forma, el pollo del cuco, con un
tamaño sensiblemente superior al de los ingenuos anfitriones, acaba siendo
alimentado en exclusiva por estos tras tirar del nido al resto de huevos y
polluelos.
Y dando un salto desde la naturaleza hacia la
política, también se puede observar cómo formaciones con plumaje de distintas
tonalidades utilizan e instrumentalizan la distracción, el desapego y el
malestar de las poblaciones con el propósito de anidar en el sistema
democrático para, una vez bien nutridos
a través del granero electoral, trabajar en la modificación y adaptación de las
reglas del juego con la intención de
prolongar su estancia en el nido del poder.
Viendo la jugada del cuco, no
parece conveniente cerrar los ojos ni despistarse.