La petición realizada por una persona de 78 años en la plataforma
change.org para que las entidades bancarias presten una mayor atención a las
personas mayores, facilitando la prestación de servicios a un sector de la
población que en muchos casos tiene problemas de movilidad y escasas o nulas
competencias en tecnologías de la información y comunicación, ha superado el
medio millón de firmas en poco más de un mes. ¿No es una contradicción que una
sociedad cada día más concienciada y comprometida con la supresión de barreras
arquitectónicas, establezca cada vez más obstáculos digitales que dificultan la
vida de una buena parte de la población? La digitalización de la sociedad es un
hecho imparable e irreversible, pero no será digna ni satisfactoria sin una transición
razonable y equitativa. La responsabilidad y el progreso social no consiste en
echar a correr gritando tonto el último.