viernes, 25 de febrero de 2022

Muestras de fragilidad ética

Hace unos días, vi una entrevista televisiva realizada a un joven cantante de rap criado y residente en Hospitalet de Llobregat, en la que manifestaba con sencillez y sinceridad que concedía más valor a las relaciones familiares y de amistad que al dinero, del cual siempre estuvo bastante escaso hasta ser reconocido como artista urbano. Comentaba el cantante que no se desplazaba a actuar sin la compañía de sus amigos, ya que la estima hacia estos está por encima del aprecio a la riqueza y el famoseo. Viendo lo que sucede en el seno de las formaciones políticas, donde aspectos como el compromiso y la lealtad llegan a tener la consistencia de la nata montada, podría decirse que los valores o principios en política pueden desparramarse por el suelo con la misma rapidez que las cuentas de un collar roto. Y  semejantes muestras de fragilidad ética, no parecen contribuir a reforzar la confianza de la ciudadanía en la clase política.