viernes, 2 de julio de 2021

Falta de previsión y descontrol consentido

Por la mañana, los medios de comunicación daban la noticia de adolescentes que denunciaban su secuestro en hoteles de las Islas Baleares, una retención ordenada y gestionada por las autoridades sanitarias en un intento de poner freno al gran brote de covid-19 surgido entre los estudiantes de distintas regiones españolas que viajaron para celebrar el fin de curso.  Sin embargo, y a pesar de que habrá quien se vea afectado aun habiéndose comportado con cautela y responsabilidad, calificar esta situación como un rapto parece un tanto desproporcionado, pues se trata de un confinamiento temporal debido a la falta de previsión y al descontrol consentido y favorecido por personas adultas. ¿De verdad se piensa que, en el caso de poner la diversión al alcance de chicos y chicas con ganas de fiesta, van a reaccionar como religiosas de clausura?  Si se acondiciona y abre al público la senda de la diversión colectiva después de una buena temporada viviendo en un entorno social ensombrecido por las calamidades y las restricciones anticovid, no debería sorprender que la juventud corra y salte por la misma con total naturalidad.