Resulta un tanto asombroso que, estando en la denominada era de la
información y del conocimiento, la desinformación y las noticias falsas lleguen
a tener mayor influencia y recorrido social que la verdad, y la intransigencia y
los prejuicios excluyentes adquieran cada vez más presencia en los discursos
políticos. Y dado el abanico de desafíos
y problemas globales a los que debe hacer frente la humanidad, no parece que el
cultivo de la confusión y las bajas pasiones vayan a ser unas herramientas eficaces
para favorecer la convivencia, el entendimiento, la cooperación y el progreso
mundial. La pandemia de Covid-19 pone de manifiesto que la estrategia del
acuerdo y la colaboración honesta es de mayor utilidad que la basada en la mentira
y la disputa partidista.
lunes, 21 de diciembre de 2020
Unas herramientas eficaces
Hoy>Opinión>cartas del lector
El Periódico>Opinión>cartas del lector
El Dia de Córdoba>Opinión>cartas del lector
20Minutos>Opinión>cartas del lector
La Nueva España>Opinión>cartas del lector
El Correo>Opinión>cartas del lector
El Comercio>Opinión>cartas del lector
Diario Sur>Opinión>cartas del lector
El Periódico del Mediterráneo>Opinión>cartas del lector
El Confidencial>Opinión>cartas del lector
El Norte de Castilla>Opinión>cartas del lector