Cuando mi hija era bebé fueron muchas las ocasiones en las que utilizamos
el recurso de la distracción para darle de comer, enseñándole y poniendo al
alcance de sus manos una cartera, un bolígrafo, un llavero o cualquier otra cosa
que pudiera despertar su interés mientras le introducíamos una cucharada en la
boca. Y una estrategia en ese sentido, es la usada desde la política cuando se
persigue situar la mirada de la ciudadanía hacia una cuestión que consiga desviar
la atención sobre otro asunto, aunque eso sí, con una destacable diferencia: en
un caso, la jugada del despiste tenía la intención (con más o menos desacierto)
de alimentar a la pequeña; sin embargo, el tendido de una cortina de humo
político suele tener como objetivo evitar el debilitamiento personal o
partidista ante conductas y resultados impopulares.
martes, 8 de septiembre de 2020
El recurso de la distracción
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