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Como me decía un conocido días atrás, al acudir a la tienda de un
grupo o cadena comercial y con independencia del lugar geográfico en el que
esté ubicada, uno ya sabe con lo que va a encontrarse. La decoración del local,
el uniforme de los empleados, el sistema de compra o la forma de pago y
devolución del producto son cuestiones conocidas e identificables por el cliente
tanto en el Sur como en el Oeste, aspectos que no suelen dar lugar a sorpresa.
En cambio, éste confesaba estar bastante más despistado en el terreno de la
política, ya que es posible escuchar declaraciones y propuestas
divergentes u opuestas en boca de dirigentes del mismo partido. En
realidad, aún rumiaba una noticia leída minutos antes en la prensa
mientras se tomaba un café y que, según relató, informaba sobre un cargo
político que se hacía eco de las cifras de pobreza publicadas por una
destacada organización no gubernamental para arrojarlas ante los pies de
la formación gobernante en la localidad. Curiosamente, otros miembros del
mismo partido en distintas ciudades y esferas de la política niegan o minimizan
los datos aportados por la ONG. Planteamientos y posturas con mayor
variación que las mareas.