El Norte de Castilla;Opinión>cartas del lector
Desconozco si es una cuestión de vanidad, si se trata de una
práctica que vigoriza la autoestima o si responde a una estrategia de marketing
destinada a camuflar la insipidez o mediocridad profesional, pero no acabo de
comprender a qué viene esa innovación musical en la que el “artista” pronuncia
su nombre al comenzar y durante el transcurso de un tema. Para conectar,
seducir y establecer una relación artística duradera con el público, tengo la
corazonada de que es más acertado ofrecer contenidos cautivadores y
atractivos que repetir el nombre como un loro. Donde hay calidad no
hacen falta tonterías y artificios.