viernes, 14 de febrero de 2014

Confortables e impermeables

El País Semanal>cartas del lector

Cerrar la boca, halagar buscando prebendas y refugio  o guardarse las opiniones incómodas en el bolsillo son opciones para ir a favor de la corriente imperante y/o pasar desapercibido, o sea, ser una amapola en una plantación monocultivo y ordenada. Después de leer el artículo de Javier Marías, Entre el ridículo y la mansedumbre, solo            queda animar a Javier Marías a que continúe confeccionando trajes de palabras con estilo propio,  cuidados y elegantes en su diseño, confortables e impermeables a la arbitrariedad e indecencia y pensados para moverse en ambientes  sociales saludables. Además, ¿no estamos en un periodo en el que se apuesta por el talento y la innovación?  Los avances logrados a lo largo del tiempo en cuestiones relacionadas con el bienestar colectivo y el respeto por los derechos humanos no han sido, precisamente, a base de silencio, subordinación y esterilidad intelectual.