El Comercio>Opinión>cartas del lector
Cuántas veces oímos pronunciar
desde las instituciones públicas frases del tipo: A pesar de los daños
ocasionados en las cosechas, afortunadamente, no hay que lamentar la pérdida de
vidas humanas’; la catástrofe medioambiental causada ha sido enorme, pero lo
peor son la decena de víctimas dejadas a su paso. Evitar las trágicas
consecuencias derivadas de intensos fenómenos naturales, así como de las
imprudentes o malintencionadas actuaciones llevadas a cabo por la mano del
hombre (véase el caso de los incendios intencionados), no es cuestión sencilla
y, por desgracia, tarea irrealizable en muchos casos. En cambio, minimizar el
impacto social generado por la carencia de una atención sanitaria
cercana y diligente, es algo que, hasta el momento, parecía factible
manteniendo la presencia permanente de un servicio de urgencias médicas en
pueblos o localidades que ahora verán reducido el horario de apertura y
asistencia de manera considerable.
De continuar introducidos en la espiral
del recorte y pago de deuda financiera, ¿acabará siendo necesaria la labor de
organizaciones como Médicos sin Fronteras en nuestro país?