domingo, 3 de abril de 2011

Machismo y educación

Magazine (La Nueva España)>cartas del lector

Al dìa siguiente de leer el artículo de Ángeles Caso (20/03/11), en el que  reitera su enojo por los maltratos y los asesinatos de mujeres a mano de sus parejas o ex parejas, otra señora perió la vida en Granada tras ser agredida por su marido. Por desgracia, no hay indicios de que este sufrimiento vaya a cesar, pues sus raices se extienden por las entrañas de nuestra sociedad. Sin duda, los mecanismos de control, vigilancia e intervención para procurar seguridad a las mujeres amenazadas contribuyen a minimizar el número de atrocidades, pero ¿son suficientes para que estos hechos sean una excepción? Cuando nuestra hija tenía nueve años, nos comunicó su disgusto porque un niño de clase le levantaba la falda en el recreo, al subir las escaleras..., llegando al punto de rechazar estas prendas para ir al colegio. Al considerar que era inaceptable, tanto por las molestias cusadas como los precoces síntomas machistas, semejante comportamiento fue comunicado a quien estimamos oportuno, y la cuestión se resolvió. Sin embargo, algunas personas (entre ellas, mujeres) que tuvieron conocimiento del tema pensaban que era normal, algo que siempre había ocurrido: osea, se continúan alimentando desde la infancia la cultura que admite con naturalidad la falta de respeto hacia el sexo femenino.
Sin educación y cambio de esquemas, ¿hay solución?